El Regreso

Después de 22 días de estar viajando por el sur, emprendemos el regreso. El paisaje se va metarmofeando, dejamos atrás las montañas y los bosques; las mesetas patagónicas, los lagos y nos despedimos de los guanacos que nos acompañaron en las rutas solitarias. Junto con el camino que se hace cada vez más llano, comienza la lenta adaptación de la vista y los sentidos. Volvemos a un paisaje conocido y a las rutinas urbanas, pero nos llevamos toda la energía recargada en cada uno de los hermosos lugares visitados. Creo firmemente, como dice la canción de Lito Nebia, que viajando se fortalece el corazón. Regreso, pero llevo conmigo el sin fin de sensaciones acumuladas en los más de 8.000 km recorridos.

Por el Nahuel Huapi, en velero

Cuando Esteban nos llamó para invitarnos a navegar en su velero no dudamos en aceptar. El paseo en velero por el Nahuel Haupi fue un lindísimo cierre a nuestra estadía corta en Bariloche. En una tarde hermosa de sol patagónico fuimos hasta el Club Náutico donde nos esperaba Esteban y su hermoso velero. También fue parte de la tripulación un amigo de Esteban, Alejo, un chico macanudo con la que compartimos la travesía. Mientras navegábamos, Esteban explicaba cómo dirigir el timón y manejar las velas. Los hombres se turnaron en el timón, yo solo disfruté de estar en el inmenso Nahuel Huapi y ver las islas de más cerca y la ciudad de más lejos. Como en las películas, tomamos cerveza fría mientras navegamos y nos reíamos, admirando los reflejos del agua. Con el sol ya bajando llegamos nuevamente al Club Náutico. El encuentro con Esteban cerró con asado en su casa y volvimos a ver después de años a sus hijos, enormes y a los de Marcela y Marina. Un fin de viaje con reencuentros y añoranzas.

Bariloche, más cerca de casa

Desde El Chaltén viajamos por la ruta 288 hasta Caleta Oivia, aventurándonos por 150 km de ripio, con muy pocos coches y muchos guanacos. Cansados llegamos nuevamente a Caleta donde dormimos en el mismo hotel que a la ida. A la mañana salimos hacia Esquel por la ruta 40. Nunca habíamos hecho en coche este trayecto y nos sorprendió lo poblado que está todo desde Esquel hacia Bariloche. Pasamos por Epuyén, El Hoyo, pueblos de montañas verdes y lagos, todavía en Chubut y llegamos hasta El Bolsón, ya en Río Negro. El tránsito se hizo cada vez más intenso y notamos la cantidad de turismo que hay esta temporada en el sur. Por fin, a la tardecita llegamos a la casa de Lalo en el lago Gutiérrez.

Como siempre, desde los ventanales admiramos la hermosa vista, la serenidad del lago y el atardecer rojizo en las montañas. Al día siguiente bajamos por la barranca hasta el lago. La expedicón fue difícil porque la vegetación está muy tupida y los escalones de tierra casi borrados. Con resbalada y todo llegamos a la playita, que ahora es muy pequeña porque el lago está con mucha agua. Descansamos recorriendo el jardín, acompañados de los perros de la casa, que son como cuatro!.En nuestra última etapa del viaje, estar acá descansando y admirando el paisaje es casi como estar en un SPA.

Última caminata en El Chaltén

Aunque hoy me dolían las piernas, no quisimos desaprovechar nuestro último día en El Chaltén. Desde el pueblo, cerca de la hostería donde paramos, sale el sendero que lleva al cerro Torres. Son entre 6 y 8 horas de caminata, ida y vuelta, pero según nos dijeron con muchas menos subidas que la Laguna de los Tres. Mientras caminamos nuevamente por senderos de bosques y atravesamos ríos torrentosos, siento que nos fuimos acostumbrando a que este sea el paisaje “natural”. No sé que voy a hacer cuando regrese a la llanura y a la ciudad. Me despido de El Chaltén, con sentimientos de plenitud y alegría; también con muchas ganas de volver.

Cumpleaños especial

Para este día planificamos hacer los senderos del Fitz Roy. Fuimos con el coche hasta la hostería El Pilar, desde donde sale el largo sendero que lleva hasta la Laguna de los Tres. Nuevamente atravesamos hermosos bosques de lengas, bordeamos el río Blanco y nos paramos a admirar el glaciar Piedra Blanca. Después de 3 horas de caminata, comienza una subida que más que subida es una “escalada”. Cuando vi el sendero que subía y subía, pensé que no iba a poder llegar. Además está catalogado como camino de nivel difícil, se sugiere para caminantes expertos y con buen estado físico. Empezamos a subir lentamente, nos poníamos metas cortas y descansábamos y finalmente después de 2 horas interminables de subida entre piedras, llegamos. La vista merecía el esfuerzo: una hermosa laguna azul se forma con el agua de deshielo de los tres glaciares que la rodean. Detrás, se alza el Fitz Roy, que desde ahí se ve todavía más imponente. Creo que mi cumpleaños motivó la subida, con un año más no podía no llegar a la cima! Y arriba, como regalo de la naturaleza, entre las gotas de fría lluvia se dibujó un arco íris que atravesaba las montañas. Qué más puedo pedir en este día!!

Nuestro lago del Desierto

Hoy recorrimos 37 km de un camino de ripio, que hay que hacer muy despacio para llegar al Lago del Desierto. El camino es hermosísimo, el río de las Vueltas nos acompaña todo el viaje, a veces corre despacio entre quebradas y de golpe se convierte en cascada. Tardamos bastante por el estado del ripio y al final llegamos al lago que se extiende entre bosques que llegan casi hasta sus orillas. Almorzamos en una playita del lago y después de descansar un poco emprendimos el sendero hasta el glaciar Huemul. El camino es tan mágico que es difícil de describir, se va subiendo lentamente por senderos que atraviesan un bosque de lengas centenario, bordeando un río que va cayendo hasta el lago. Cuando llegamos hasta el glaciar, me quedé sin palabras. En este viaje vi paisajes hermosos, pero la imagen del glaciar y los torrentes de agua que forman una laguna entre altas paredes de montañas, me impresionó profundamente. A la vuelta, paramos delante de un cartel de referencia histórica y ahí pude reconstruir un poco la historia de esta zona. En el 65, se produjo un enfrentamiento entre gendarmes argentinos y carabineros chilenos porque éstos habían entrado en nuestro territorio, reclamando no solo el lago sino todas las tierras alrededor. Gendarmería recupera el lago y después viene el largo litigio con Chile. Por eso en el 85 se crea el pueblo El Chaltén, en tierras que son del Parque Nacional Los Glaciares, como una forma de habitar la región. El camino de ripio que hoy permite llegar hasta el lago lo hizo Kirchner en el 95 cuando era Gobernador. Muchas veces “los progres” de Buenos Aires no damos importancia a estas disputas territoriales, tan distantes de nuestra realidad y tan “nacionalistas”. Sin embargo cuando se está aquí la soberanía adquiere nuevos sentidos: es la belleza del paisaje, los recursos,la historia y las personas que la habitan.

En el Chaltén, capital del trekking

El viaje desde Calafate a El Chaltén fue corto, la ruta está asfaltada y el paisaje se desliza entre altas mesetas. Con nosotros vinieron Cecilia, la hija de Raquel y Bernabé y Simón, su novio que están en El Calafate y aprovecharon el viaje, para pasar unos días de camping. Nos alojamos en la hostería Nothafogus, que es muy linda y acogedora. Después de comer algo y con un día con mucho sol salimos a hacer la primera caminata. Subimos los senderos hasta el mirador de los cóndores y de las águilas. Bajo un sol patagónico, bien fuerte llegamos arriba, desde donde en silencio, enmudecidos por el paisaje se ve de una lado la inmensidad de las mesetas y el lago Viedma y atrás del pueblo, el imponente cerro Fitz Roy.

Meditación en el lago Roca

Hoy fue un día de descanso, casi el primero desde que empezamos este viaje al sur, ya que o estamos viajando o hacemos caminatas y expediciones que dejan el cuerpo cansado y el espíritu contento. En un día preciosos de sol y con mucho calor, fuimos con el coche hasta el lago Roca, donde suelen ir los que viven en El Calafate. La idea era comer cerca del lago y después subir hasta el cerro Cristal, desde donde se puede ver los dos lagos: el Argentino y el Roca. Hicimos un picnic en un lugar de acampe libre y esperamos a que baje un poco el sol, cosa casi imposible en la Patagonia. Así fue que nos quedamos descansando, mirando simplemente el paisaje,casi en estado de meditación "Zen" En la angostura, en un lugar donde estábamos solos, mirando el lago y las montañas hice unas respiraciones de yoga y traté de meditar, guardando en la memoria el recuerdo y las sensaciones que transmite este hermoso lugar. "Espero tener este año al regresar, la energía y la vitalidad de las flores amarillas que cubren esta pradera, la serenidad del lago y la fortaleza de las montañas que tengo enfrente. Shanti, Shanti!...." 

 

El imponente Glaciar Perito Moreno

El Glaciar es imponente. Nuevamente las palabras nos son suficientes para describir su majestuosidad y las imágenes sólo logran captar una parte ínfima de este paisaje único. En un día espectacular, con mucho sol y temperaturas elevadas para esta zona, pudimos observar las extrañas formas de las enormes paredes y de sus puntas que parecen catedrales medievales, escuchar el estruendo de los hielos desprenderse y caer formando pequeñas olas,descubrir la luminosidad casi celeste que destella el hielo en la blancura inmensa del Glaciar. Una fiesta para los sentidos!

En EL Calafate l

Llegamos al mediodía al Hostel de las Manos, con un sol espectacular. Nos sorprendió gratamente el hostel, es muy lindo, con muy buena atención y bien ubicado. Salimos a recorrer el pueblo, pequeño pero muy bonito, con un centrito lleno de negocios. Fuimos a Información turística y organizamos ir mañana al Glaciar y pasado al lago Roca. Así que hoy recorrimos las calles de El Calafate y también hicimos una caminata por una reserva de aves que llega hasta las playas del Lago Argentino. Al ver el inmenso lago iluminado por el sol sentí una gran emoción; me da de vez en cuando en los viajes, es una mezcla de agradecimiento a la vida por poder conocer estos lugares y tener la capacidad de disfrutar y asombrarme. Hermosos momentos!

Regresando al norte

Nos despedimos de Ushuaia, agradecidos de poder haber conocido esta ciudad austral y sus hermosos paisajes. El viaje de regreso nos pareció menos largo que el de ida, tal vez porque ya estábamos preparados para todas sus etapas: trámites en controles fronterizos, camino de ripio espantoso, ferry para recién alcanzar nuestra entrañable ruta 3. Llegamos temprano a Río Gallegos y antes de ir al hotel quisimos pasar por el cementerio y conocer el mausoleo donde está enterrado Néstor Kirchner. En la entrada nos informaron dónde quedaba: "no se van a perder porque es el más grande de todo el cementerio", nos dijeron. Efectivamente el mausoleo impresiona por sus dimensiones monumentales, sobretodo en el contexto de un cementerio casi pueblerino. Solo se puede visitar por dentro sábados y domingos así que solo vimos su exterior.

A la mañana siguiente, descansados salimos hacia Calafate. Nuevamente viajamos por la estepa patagónica, descubriendo guanacos y ñandúes en el camino. Pronto divisamos a lo lejos las montañas nevadas y fuimos bajando por la alta meseta hasta llegar por fin a El Calafate

Último día en Ushuaia

En Ushuaia, cada  día nos rindió por dos porque nos levantamos temprano y oscurece recién a las 11 de la noche. Por eso en sólo tres días hicimos muchos recorridos y caminatas.

Hoy a la mañana, con un día muy lindo y una temperatura agradable para acá ( 15 grados o más) fuimos a visitar el Museo del Fin del Mundo y la Casa Histórica de la ex gobernación. En ambos nos atendieron dos guías que nos explicaron un montón de aspectos sobre la historia y la vida actual en Ushuaia. Incluso desaprendimos cosas que nos enseñaron en la escuela como por ejemplo que el nombre de Tierra del Fuego era por las fogatas que hacían los yamanas para calentarse; en realidad esos fuegos enormes los hacían cuando un grupo familiar ( que era su unidad social) encotraba una ballena varada, de esa manera  anunciaban el hallazgo a otros grupos para que se acercaran a compartir la comida y todo lo que aprovechaban de la ballena.   En estos encuentros,  los jóvenes buscaban pareja porque estaba prohibida la unión al interior de la familia. Las mujeres, que se autoabastecían y eran tan expertas pescadoras y canoeras como los hombres podían permanecer solas o elegir tener más de un hombre. Y pensar que los ingleses, incluso el propio Darwin los describió como "infrahumanos".

A la tarde fuimos a la "playa larga", que está entrando a la ciudad. Es una playa donde llega un bosque añoso de lengas. Caminar por ese bosque tiene un  misterio especial por las formas de los troncos retorcidos por los vientos. Me hacía acordar el bosque de los árboles caminantes del Señor de los Anillos. Después nos quedamos viendo cómo el sol dibujaba distintas luminosidades sobre el mar del Canal de Beagle.

Recorrido por el Parque Nacional de Tierra de Fuego

Recorrer y caminar por el Parque Nacional de Tierra de Fuego es una experiencia increíble. El paisaje es bellísimo y es el único lugar de nuestro país en donde se encuentra el mar con  los bosques, los  lagos y las montañas.

Fuimos con el coche hasta la bahía de Lapataia, ahí hicimos una primera caminata de aproximadamente  2 horas. Caminamos por senderos que atraviesan tupidos bosques de lengas y de repente se abren a playitas tranquilas de esta bahía, donde las aguas del canal de Beagle., llegan en forma de ría. Después fuimos hasta donde termina la ruta 3 y se divisa la punta  más austral de nuestro país. Desde el mirador Lapataia, la vista es hermosa y si se piensa que  este es el lugar donde, hacia el sur,  termina nuestro continente, la sensación es fuerte.

También  bordeamos parte de la laguna Negra y el lago Roca que limita con Chile. Descubrimos cascadas y ríos de montañas, aprendimos a distinguir las lengas, de los guindos, qué son los turbales y hasta pudimos ver un zorro bastante amigable.

Parque Nacional de Tierra del Fuego

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Primeras imágenes de Ushuaia ll

A la tarde paró de llover y como no había viento decidimos tomar un catamarán que hace una pequeña navegación por el Canal de Beagle.

Desde el barco, Ushuaia se ve espléndida, rodeada de cordones nevados. A pesar del frío permanecimos casi todo el viaje de ida sobre la cubierta sacando fotos y admirando la belleza del paisaje. Pasamos por pequeñas islas repletas de lobos marinos y cormoranes, que de lejos parecen pingüinos. Nunca más cierto aquello de que una imagen vale más que mil palabras...

Primeras imágenes de Ushuaia l

El primer día en Ushuaia nos recibe con bastante frío y llovizna. Despuésde desayunar salimos a caminar y averiguar las excursiones que podemos hacer. Me siento rara tan abrigada, es como si de golpe me hubiese transportado a otro país y otro clima.

Decidimos ir hasta el glacial Martian y hacer una primera caminata a pesar de la lluvia. Cuando llegamos nos entusiasmamos y nos subimos a las aerosillas, desde donde se puede ver una vista hermosísima de la ciudad y adelante,  el glaciar y los picos nevados.

Un camino interminable e inolvidable

El viaje de Río Gallegos a Ushuaia fue toda una aventura. Por empezar, estuvimos como dos horas  en el control fronterizo de Chile para registrar el ingreso, aunque solo sea para transitar la  parte de la ruta chilena que encima es de ripio.
Con la emoción de estar en el Estrecho de Magallanes, tomamos el ferry que en solo 15 minutos nos dejó en Tierra del Fuego. Allá comienzan los 136 km de ripio, que están realmente mal, con serruchos, piedras sueltas y demás. Tardamos casi 3 horas en llegar a San Sebastián donde se encuentra el puesto fronterizo argentino y enseguida comienza nuevamente  nuestra querida ruta 3 con muy buen asfalto. Nunca tan agradecidos de pisar nuevamente  territorio nacional.

El paisaje en esta parte es como una estepa con ondulaciones, con muchas ovejas y casitas de techos rojos. Me hacía acordar a las películas irlandesas. Más adelante, los primeros bosquecitos de lenga anuncian que nos aproximamos a la zona andina y al cruzar las primeras montañas el paisaje cambia abruptamente: enmarcado por picos nevados aparece el imponente lago Fagnano, con aguas aturquesadas.

Pasamos por Tolhuin, un pintoresco pueblito y entramos a tomar cafecito caliente con facturas en la famosa panadería La Unión.

Después de hacer un hermoso camino zigzagueante de montañas, divisamos por fin la ciudad de Ushuaia. Fueron casi 10 horas de un viaje inolvidable.

Atravesando Santa Cruz

Salimos temprano de Caleta Olivia porque nos espera una travesía de casi 800 km hasta Río Gallegos.

Atravesamos partes desérticas, pocos transitadas. De repente, la ruta es atravesada por polvaredas que se levantan de las mesetas rocosas. Recuerdo esa zamba sureña que tan bien representa este paisaje:

"Cabalgando los desiertos, levanta la polvareda,
 vientos que son remolinos de tierra hambrienta que espera"

Le pregunto a  Hugo cómo sigue y él  la canta  para recordar la letra:

"Soledad, caminos, tierra, parva, gramilla, distancia,
viento del llanto que pasa aguijoneando en el alma"

La cantamos a dúo mientras viajamos, siento que describe super bien  este paisaje

Más adelante, las mesetas levantan altura y la ruta zigzaguea haciendo menos monótono el camino. Pasamos por Puerto San Julián y Comandante Piedranueva, con un río que le devuelve verde al paisaje. Al bajar para sacar fotos notamos que hay mucho más viento.

Por fin, llegamos a Río Gallegos. Pienso que Cristina debía estar muy enamorada de Néstor para seguirlo desde la Plata hasta el c...... del mundo. Cuando bajamos casi nos volamos. Por suerte enseguida, encontramos el hotel Covadonga, que queda en la Av Néstor Kirchner ( ja! antes  Av Roca). Es un hotel  tradicional  con habitaciones grandes donde nos refugiamos del viento y recargamos energía para  mañana seguir viaje a Ushuahia

Puerto Pirámides, agreste belleza

No podíamos dejar de ir a Pirámides.Habíamos estado con Mica hace 12, 13 años? Cuando vimos el cartel de la entrada al Parque Nacional que decía: tarifa general 100$, empezamos a protestar contra "el turismo nacional". Pero por suerte no habíamos visto la continuación del cartel:30$ para turista nacional y 8$ para provincial. Como tiene que ser! Al llegar a la parte más angosta del istmo se ver el mar de ambos lados. Ahí ahora construyeron el centro turístico "Carlos Ameghino". Está muy bien organizado, con un mirador desde donde se ve la isla de los pájaros y una especie de museo con fotos de primeros pobladores e información sobre flora y fauna. Llegamos a Puerto pirámides y fuimos hasta la playa del pueblo. Había un sol tan fuerte que buscamos refugio en los arbustos del médano. La marea estaba baja y había que caminar un montón hasta la orilla. El agua tenía montones de algas, Cuando subió un poco, Hugo se atrevió y se dio una zambullida en el agua poco cálida. Después fuimos hasta la lobería, donde además de los lobitos disfrutamos de una vista increíble; el mar se veía de un color azul aturquesado. Pequeño album de fotos de Pirámides

En Caleta Olivia

A la tarde temprano atravesamos la frontera provincial y entramos a Santa Cruz. Pronto llegamos a nuestra próxima parada: Caleta Olivia.

Buscamos el lugar donde habíamos reservado: la hostería Don David, descansamos un poco y salimos a caminar. Cerca estaba la costanera con una playa de canto rodado llena de chicos y chicas adolescentes  y madres con chicos pequeños. No sorprendió la cantidad de personas que estaban en un día de semana en la playa. También era un día excepcional, con 30 ° y sin viento.  Nuevamente pensaba cómo en cada lugar disfrutan del verano con alegría. Caminamos por la extensa costanera de Caleta Olivia, las piernas parecían agradecer que las usáramos después de tanto viajar en coche.

Si ves un guanaco, avisame

Nuestro próximo destino es Puerto Madryn. La ruta se transforma en una recta interminable que se desliza entre un paisaje monótono y árido.

Cuando empiezo a cabecear y entrecierro los ojos, Hugo me dice "si ves un guanaco, avisame". Entonces con la responsabilidad de la tarea asignada al copiloto, vuelvo a mirar atentamente la recta interminable del camino.

Viaje por Chubut

Salimos de Madryn y volvimos a tomar la ruta 3 que está buenísima hasta Trelew , con doble mano.
Nuevamente tenemos adelante rectas interminables. Después de Trelew,  el paisaje se empieza a ondular y la ruta atraviesa las inmensas mesetas  patagónicas. De repente se divisa el mar y los acantilados. El mar tiene un color azul profundo.

Atravesamos Comodoro Rivadavia, que nos pareció una ciudad bastante grande. Siguiendo la ruta 3 nos metimos en una avenida constanera con mucho tránsito y movimiento

Después dejar Comodoro,  la ruta sigue cerca del golfo de San Jorge y desde la ruta se pueden ver playitas sureñas con sus típicas costas de mesetas acantiladas. Paramos en una a comer unos sandwichs y disfrutar del sol que estaba hermoso.

En Puerto Madryn

Por fin llegamos a Puerto Madryn. La ciudad emerge en medio de la meseta patagónica. Antes de llegar se la descubre desde la ruta. Nos alojamos en el hostal los viajeros. ES sencillo (el más económico de todos los que reservamos), pero tiene un espacio verde donde nos podemos sentar a tomar mate y una especie de quincho común, con heladera y cocina disponible para los viajeros. Hambrientos salimos a comer una pizza y tomar una cerveza. Es una tarde hermosa y recorremos caminando la costanera. Madryn se ve pujante, con muchos comercios y turistas recorriéndola.

Rio Colorado, portal de la Patagonia

Pasadas las 4 de la tarde llegamos a Río Colorado.POr suerte teníamos hotel reservado, donde pudimos refrescarnos y como era una tarde hermosa fuimos a tomar mate al balneario. Mientras mirábamos el río y las familias disfrutando del agua, Hugo dijo: "recién ahora siento que es verano". Claro para los de Buenos Aires el verano significa calor y como en los últimos días calor agobiante;pero el verano es también la alegría de disfrutar un río, un balneario tranquilo, una playa o un arroyo en la montaña. Entonces sí, ahora empezamos a disfrutar el verano.

A la tardecita recorrimos el pueblo. Río Colorado es pequeño, con casas bajas, algunas conservadas con las antiguas fachadas de las casonas de principios de siglo XX. Cenamos en una parrilla que está al lado del hotel, rcuperando energía para al día siguiente seguir viaje hasta Puerto Madryn.

Comienza el viaje

El lunes 7 salimos temprano de Bs As. Nos esperan muchos km de recorrido.Pero planeamos hacer paradas e ir disfrutando el trayecto que nos lleve a Ushuahia. De eso se tratan los viajes, no solo de llegar sino de ir andando...

Viajamos por la ruta 51 hasta Bahía Blanca. Mucho más tranqui que la ruta 3, con pocos caminones, el camino se extiende entre la verde llanura bonaerense. Nos cruzamos con flamantes 4x4, simbolo de la situación del "campo".